Redefinir al comunicador

Redefinir al comunicador, un texto de Ramón Salaverría que sirve como salvavidas entre la gran ola de comentarios y críticas hacia la comunicación social y el papel del comunicador y periodista en el mundo digital. Para entender este texto vamos a ver algunos puntos importantes.

En primer lugar, vamos a definir las diferencias entre el periodismo ciudadano y el periodismo profesional. El periodismo ciudadano es el que hace la gente al publicar en redes sobre un problema o acontecimiento cercano a ellos. Por ejemplo, la sección de ‘El periodista soy yo’ de Caracol Noticias en donde los ciudadanos se graban informando sobre un problema al que los medios masivos de comunicación no pueden llegar. Este es uno de los grandes cambios que ha traído la tecnología y la consecuencia de esta era de la información. Otro ejemplo sucedió hace unas pocas semanas cuando una joven que vive en un pueblo a las afueras de Bogotá denunció a un hombre que abusaba de las mujeres en los buses intermunicipales, este sujeto las amenazaba con un cuchillo y las manoseaba. Al ella compartir su historia por las redes sociales hizo una denuncia a la que se sumaron varias jóvenes que sufrieron la misma experiencia. Esto se hizo viral gracias a influenciadores en Instagram que comenzaron a difundirlo. Días después se pudo identificar al señor por fotos y videos que las víctimas tenían de él, ubicaron su dirección y las autoridades lo detuvieron.

En segundo lugar, aclaremos cuáles son los perjuicios de la tecnología para el periodista actual. Básicamente, habla de los ‘daños’ que han causado las tecnología en el papel del periodista. Aunque Salaverría siempre defiende que ‘se evidencian más los beneficios que los daños’.

Habla del cuestionamiento a la academia y a la necesidad de formar profesionales en comunicación. Y la poca necesidad que hay de intermediarios entre las fuentes de información y la sociedad. Según algunos pensadores, sobran los periodistas (que filtran y le traducen esa información a toda la sociedad). Y que ahora se puede ser emisor y receptor de la información, pues así ‘se librarían a los ciudadanos de las limitaciones y clientelismos de los intermediarios’.

También menciona la precarización, es decir, que el comunicador debe hacer de todo, debe multiplicar sus habilidades y hacer más tareas en la empresa por menor retribuciones. Y por último, la sustitución. La ‘obsolescencia de numerosos perfiles profesionales’ como técnicos de grabación, correctores de estilo y demás que son reemplazados por aplicaciones y programas digitales.

Como tercer punto, los desafíos que tiene el comunicador en la era digital. En mi opinión, uno de los desafíos más importantes y al mismo tiempo un terreno lleno de oportunidades es el campo laboral. Apoyo la idea de Salaverría, pero reconozco que es un campo laboral desconocido y que parece arriesgado, como el ser productores de contenido, influenciadores, manejar redes sociales o todo lo relacionado ganar dinero de esta forma. En donde no se asiste a la ‘oficina convencional’, no se cumple un horario laboral o incluso no se tiene una entidad física a la que se pueda acudir para quejarse por algún inconveniente. Se tiene un espectro que no muchos entienden en donde se puede generar contenido o manejar redes 24/7, en donde la oficina puede ser tu propio hogar o un restaurante o un estudio. Y sí, esto no suena nada mal, pero es un desafío tanto para la academia que tiene que orientar a un profesional y el comunicador que debe decidir qué hacer y por dónde iniciar su carrera.

En cuanto a las herramientas digitales y demás, el saber usarlas y aprovecharlas es el desafío. Innovar y crear contenido ya sea de entretenimiento o informativo es el verdadero reto que encuentro. Y por último, pero tal vez lo más relevante, la importancia de que el comunicador y periodista se especialice, que pueda tener autoridad en su área de trabajo. Esto le da prestigio no solo al profesional sino a la carrera.

Con esto se conecta el cuarto punto en donde debemos saber cuáles son las nuevas habilidades y competencias que deben desarrollar los nuevos comunicadores y periodistas en la cibercultura. Esto es todo lo relacionado a internet, el manejo de datos, el manejo de imagen empresarial, la búsqueda, tratamiento y difusión de la información.

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